Les escribo a todos ustedes, que han formado parte de mi vida de una u otra manera, amig@s, mejores amig@s, familia, compañeros de las distintas escuelas, a las personas que he conocido a través de mi recorrido profesional y luego en mi camino independiente con la empresa de TI y Capacitación empresarial, y después a todas las personas que la vida cruzó en mi camino, en el ámbito del Desarrollo Humano, y que se han convertido también en compañeros y amig@s.
En este camino, muchas cosas han sucedido en mi vida. Experiencias clave que han marcado mi transitar, y en las cuales algunos de ustedes me han acompañado. Mi primer amor, el evento de America’s Telecomm en dónde conozco al amor de mi vida, mi primer trabajo, el conocer a un hermoso ser humano quien después sería mi esposo, el momento en que me titulé de la Ingeniería, partir lejos de casa para hacer mi maestría en Francia, mi boda, conocer a personas que fueron mis mentores en el aspecto profesional y más tarde también mis amigos; mi divorcio, algunos vínculos que se modificaron radicalmente y que después de ser tóxicos hoy son hermosos, otros vínculos que nacieron y otros que se transformaron como los de mi mamá y de mi papá quienes trascendieron a otro plano, la gran bendición de una familia y reencontrar a una persona muy importante en mi vida después de 28 años y con quien me encuentro hoy disfrutando de una relación. Todo eso y más hemos compartido.
Sin embargo, puede ser que desconozcas una parte de esta historia. Desde hace 11 años, inicié un camino en el Desarrollo Humano, algo totalmente distinto a mis estudios de Ingeniería, y que también me ha traído mucha plenitud, porque en este camino he aprendido a conocerme más, he trabajado en mí, y surge la vocación de ahora servir, de acompañar a otros en su proceso de conocerse a sí mismos y trascender sus conflictos. Pero para poder servir y acompañar era necesario prepararme. Y a eso me he dedicado desde entonces. Hoy amo poder servir desde la Consultoría y Comunicación en Semiología de la Vida cotidiana, desde Gestalt, desde las terapias de regresión en esta y a otras líneas del tiempo, y desde la lectura de los Registros Akáshicos.
En esta última gran experiencia de aprender a leer Registros Akáshicos, es en dónde conozco a una gran maestra de luz, Mónica Guevara, a quien admiro, quiero y respeto profundamente. Y quien me invita a participar en un proyecto para formar junto con otras personas, un Centro de Evolución Consciente virtual que está a punto de nacer, al que llamamos Dakshina.
Me siento muy feliz de poder compartirlo contigo, y voy a continuar compartiendo esta información en mi perfil de FB y en otras redes sociales. Aquí te dejo la liga para que puedas dar “me gusta” si te agrada y puedas recomendarme. Y si en algo puedo servirte, aquí estoy para ti, pues hoy y siempre, agradezco tu presencia en mi vida.
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